Soy una persona directa, no me gustan los rodeos en los asuntos serios, en mi trabajo creo ser de los que no disfrutan las largas explicaciones, sino los resultados concretos. Normalmente si algo me gusta lo digo y si me desagrada lo hago notar. Esa manera de ser brutalmente honesta me ha traído problemas en más de una ocasión. Normalmente a la gente no le gusta la verdad, prefiere algo que "los haga sentir bien".
No digo que nunca mienta, lo hago como todo el mundo, para ganar tiempo, obtener algún beneficio, evitar multas de tránsito o cosas sin tanta importancia. En una relación ser siempre honesto, tiene sus serias complicaciones, aunque en realidad creo que todos tarde o temprano no decimos la verdad completa, sino la verdad a medias, o de plano una mentira blanca con la esperanza de no herir los sentimientos de otras personas; aunque en realidad si el engaño es descubierto las personas salen lastimadas aún más.
No soy quien para juzgar a los demás, creo ser una persona con demasiados defectos, pero considero que prefiero la verdad sobre todas las cosas. En alguna ocasión hablé con alguien de un asunto muy serio y recuerdo haberle dicho:
-Sólo lo preguntaré una vez, dime la verdad y voy a creer lo que digas, pero si descubro que tus palabras no son ciertas, jamás volveré a confiar en tí.
La confianza es una cuestión muy importante, supongo que hay un punto de inflexión cuando una mentira sale a la luz, digamos que es una cicatriz que jamás se borra. Las personas pueden perdonar pero no olvidar. Por cierto han notado que las mujeres tienen una extraña habilidad para recordar detalles y cosas que para el mundo mascuilino por lo regular pasan desapercibidas?
En fin, sólo quería comentar esto de la verdad. Es un tema medio complicado, digamos que ya me ha tocado eso de descubrir que todo mundo miente... incluyéndome.
Y esta rola me gusta. Aunque no sea precisamente mi estilo... (liar!)
