Menage a trois

Basada en una historia real...
Sábado 4 A.M. una de esas tantas noches de verano, tras un rato de diversión y bebida con los cuates, Oscar se encontraba en la fiesta de su cuate de la Preparatoria y compañero del equipo de americano Rafael, habían tenido un agradable encuentro con las babes de la escuela, hablado acerca de las soprprendentes y cada vez más exageradas historias de sus tiempos de colegio, escuchado múltiples rolas y movido el bote a ritmo de una de esas estúpidas pero pegajosas canciones de moda estilo "Asereje".

A pesar de sus continuos esfuerzos de llamar la atención de Mónica, Oscar no había logrado que la espigada y chichistosa mujer le dedicara una mirada, por lo que se despidió de su cuate Rafa, quien al notar esos ojos de decepción, se despide, no sin antes solicitarle un pequeño favor, llevar a un par de amigas a su casa esa noche. A lo que Oscar accedió un poco de malas, pensando en la hueva de tener que dar un pequeño desvío de su ruta.
Total que se despiden los dos amigos, en la puerta de la casa, Oscar abre las puertas de su coche y dos chicas se suben en el asiento de atrás dejándolo con cara de "estas viejas ya me agarraron de su chofer", así que les pregunta a donde van y el cuate empieza a manejar con cara de pocos amigos. La noche transcurre y se pasa unos cuantos altos, cuando de pronto más por costumbre que por precaución voltea a ver el retrovisor y nota las miradas perversas y cargadas de entusiasmo que intercambiaban entre ellas, al poco rato empieza a escuchar el dulce sonido de los labios de ambas intercambiando sonoros besos. Oscar continúa el trayecto, no sin antes mover el retrovisor para tener una mejor vista de los agradables sucesos del asiento de atrás, nota como el efecto del alcohol en su organismo empieza a decaer, mientras la ansiedad y el "entusiasmo" en sus pantalones crecía, así que en un alto se arma de valor y comenta sin parecer demasiado ansioso (a pesar que ya lo estaba):
- Hey alla atrás, no les caería mal una mano extra?
A lo cual una de las ninfas encantadoras responde:
- Pues si crees poder con las dos, adelante.
De inmediato, encamina el auto hacia el letrero luminoso que versa Motel Garage más cercano y entran los tres sin importar precio. El alegre trío ingresa al cuarto y sin más preámbulo comienzan a volar las prendas y el par de damiselas se encargan de darle el acostón de su vida al tal Oscar quien luego de dar su mejor "performance" con una y otra, se da cuenta que las dos chicas traen pila para rato, mientras que a él se le acaba el poder, pero como comentó un tipo en la escuela "Cuando el poder mengüa queda la lengua", así que intenta aguantarles el ritmo a las alocadas chicas, una y otra vez hasta que de plano se da por vencido y decide gozar del espectáculo frente a él. Algo más o menos como lo que se ve en cierto video que no lo pongo pues es más divertido imaginarlo, pero que diablos si alguien carece de imaginación ahí les va un URL
http://www.youtube.com/watch?v=P_yI66Slo3M
Tras algún rato que parece un suspiro, los tres salen intercambiando sonrisas de misión cumplida. Oscar cumple con su papel de chofer y entra a su casa dispuesto a dormir hasta que el cuerpo le dicte lo contrario.
A la mañana siguiente suena su celular con una jocosa cumbia versión midi. Algo así como esto:


Oscar contesta y la voz aguardientosa de Rafael lo saluda con un:
- Que pedo carnal?, como te fue con las ninfómanas de ayer?

Para evitar conflictos posteriores los nombres reales han sido substituidos, así que nadie reclame regalías, ok?