Noche de viernes, 7:00 PM Eduardo llega de la chamba y como acto reflejo baja al depa de Diego que se encuentra en la planta baja, trabajan en el mismo sitio pero en lugares diferentes, toda la semana han hablado sobre el tedio y la marginación laboral de la cual son prisioneros, han esperado que la semana termine para liberarse del yugo que los asfixia. Como buenos hombres, el plan es que... no hay plan. Beben un par de cervezas para dar inicio a la catársis mientras el teléfono suena con la voz de su cuate Jorge quien dará inicio a las festividades, invitándolos a salir de farra a uno de los antros de moda en la Avenida Principal de la ciudad, a lo que acuden gustosos. Al llegar al lugar se dan cuenta que como buena peda organizada por hombres hay más tornillos que tuercas (o para que todo mundo entienda más hombres que mujeres), así que se entregan a la bebida, bailan como estúpidos al perder sus inhibiciones y mientras transcurre la noche la multitud empieza a disiparse.
Mientras tanto Angélica bebe un sorbo de Margarita mientras la música ensordecedora de Hip Hop la marea, enciende su celular y observa la hora, 1:oo AM, comienza a despedirse del grupo y observa al par de amigos quienes devuelven la mirada y se acercan, haciendo gestos negativos ante la mano de Angélica que ondea diciendo bye. Como movidos por instinto, la rodean y empiezan a moverse al ritmo de la música con movimientos graciosos que hacen sonreir a Angélica y le hacen olvidar sus ganas de irse. Las bebidas aumentan y el tiempo transcurre...
3 AM, el lugar deja de vender bebidas alcohólicas y se dispone a cerrar, por lo que todos se van, pero los protagonistas de esta historia se dirigen a un bar afterhours, el cual se encuentra ya lleno y dan rienda suelta a su sed, el ambiente cambia poco a poco y las cosas parecen ir más despacio de lo que en realidad ocurren, el cachondeo comienza entre Eduardo y Angélica, la mano por aquí, los labios por allá. Sube lentamente su mano por dentro de su blusa hasta encontrar los abultados senos de Angélica (producto de las habilidades de un cirujano plástico), lo cual parece muy reconfortante. Diego los observa a pocos metros como esperando su momento, al visualizar una pausa en el coqueteo debido ala poca retención urinaria de Eduardo, se acerca a la dama en cuestión y continúa cual relevo con las caricias y el coqueteo.
Jorge huele problemas así que en uno de sus pocos momentos de lucidez prefiere marcharse con una chica del bar (esa historia la contaremos más adelante en otro post). dejando a los dos amigos con la misma chica... la amistad entre ellos parece pender de un hilo...
Y esta canción me late para ambientar el siguiente post
Continuará
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